Cultivá una planta de lavanda en menos de un mes: explosión de colores y aromas para tu patio

Cómo lograr que tu lavanda crezca rápido y florezca en tiempo récord. Seguí estos consejos.

Tener lavanda en casa no solo aporta un toque aromático y decorativo, sino que también es una opción ideal para quienes buscan una planta de fácil cuidado y rápido crecimiento. Aunque su germinación puede tardar varias semanas, existe un método casero que acelera el proceso y permite disfrutar de sus primeras hojas en menos de un mes.


El truco para hacer germinar lavanda rápidamente


El proceso comienza con el uso de semillas frescas y una técnica de estratificación en frío que estimula el crecimiento. Para ponerlo en práctica, seguí estos pasos:

Fotos gentileza.-

  1. Prepará las semillas: Colocá las semillas de lavanda en un trozo de papel absorbente húmedo y guardalas en un recipiente hermético dentro de la heladera durante 7 a 10 días. Esto simula el frío natural del invierno y activa su germinación.
  2. Siembra en sustrato liviano: Luego de este periodo, plantá las semillas en una maceta con tierra bien drenada y rica en nutrientes. Cubrilas con una fina capa de sustrato y regá suavemente.
  3. Ubicación soleada: Colocá la maceta en un sitio donde reciba luz solar directa al menos 6 horas al día. La lavanda necesita calor y buena ventilación para desarrollarse correctamente.
  4. Riego controlado: Mantené la tierra húmeda, pero sin encharcar. Un exceso de agua puede afectar la germinación y el crecimiento de la planta.

Cuidados para que la lavanda crezca fuerte y florezca


Cuando las plántulas hayan alcanzado unos 5 cm de altura, es momento de trasplantarlas a una maceta más grande o al jardín. La lavanda prospera en suelos bien drenados y requiere poco mantenimiento. Para favorecer su crecimiento, seguí estos consejos:

  • Poda ligera: Recortar los brotes más largos estimula su ramificación y fortalece la planta.
  • Evitar el exceso de agua: La lavanda prefiere la sequedad. Regá solo cuando el sustrato esté seco al tacto.
  • Abonado moderado: Usá fertilizantes orgánicos o compost una vez al mes para nutrir la planta sin sobrecargar el suelo.

En menos de un mes, tu lavanda estará creciendo con vigor y, con los cuidados adecuados, podrás disfrutar de su perfume y flores en poco tiempo. Este método casero no solo acelera el proceso, sino que también asegura que la planta se desarrolle saludable y resistente, ideal para cualquier rincón del hogar o el jardín.


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