Piden 12 años para un hombre que admitió haber abusado de la hija de su expareja en Sierra Grande

En una audiencia en Viedma, pidieron 12 años de prisión para un hombre que abusó de la hija de su expareja en Sierra Grande. La víctima sufrió estrés postraumático.

En una audiencia de cesura celebrada este miércoles en Viedma, la justicia avanzó en la definición de la pena para un hombre encontrado culpable de abusar sexualmente de la hija de su expareja. Las partes involucradas en el proceso, de manera conjunta, solicitaron una pena de 12 años de prisión para el acusado de Sierra Grande.

Durante la jornada, el imputado reconoció haber perpetrado los tres hechos de abuso sexual contra la niña, quien tenía entre 12 y 13 años al momento de los ataques. Los abusos tuvieron lugar en distintos sitios de Sierra Grande, donde ambos residían. El último de los ataques se produjo en la vivienda que compartían con la madre de la menor, aprovechando la ausencia de esta última por un viaje.


Calificación legal y agravantes determinantes


La complejidad y gravedad de los hechos se reflejan en la calificación legal. Dos de los tres episodios de abuso sexual fueron doblemente agravados: por haber sido perpetrados en un contexto de guarda y por incluir acceso carnal. El tercer hecho, por su parte, fue agravado por el acceso carnal y por la convivencia preexistente con la víctima. Es fundamental destacar que todos los abusos ocurrieron mientras la niña era aún menor de edad, lo que subraya la vulnerabilidad de la víctima.

Durante la audiencia, la Fiscalía expuso de manera contundente las circunstancias agravantes que justificaban la magnitud de la pena solicitada.

Entre ellas, se resaltó la minoridad de la víctima, la reiteración de los hechos, el abuso de la situación de cuidado que el agresor tenía sobre la menor y la planificación del entorno para garantizar impunidad, demostrando una clara intencionalidad y premeditación en su accionar.


Impacto en la víctima y consenso entre las partes


Un aspecto crucial que fue enfatizado durante la audiencia fueron los severos efectos causados en la víctima. El relato fue elocuente y desgarrador. Además, se vio respaldado por las pericias realizadas por profesionales del Cuerpo de Investigación Forense.

Estas pericias fueron determinantes al confirmar el estrés postraumático y el daño psíquico sufrido por la menor a raíz de los abusos, lo que sumó una capa de dolor y sufrimiento a la gravedad de los hechos.

El defensor de menores e incapaces del fuero penal, en su rol de representante legal de la víctima, explicó detalladamente las implicancias del acuerdo de pena tanto a la niña como a su madre.

Ambas, en un acto de valentía y con el objetivo de finalizar un doloroso proceso, prestaron su consentimiento para la culminación del mismo bajo las condiciones propuestas. La defensa del imputado también ratificó su conformidad con la propuesta de 12 años de prisión, lo que demostró un consenso entre todas las partes involucradas en el proceso judicial.


Prisión preventiva y traslado al Penal


Finalmente, a solicitud de la Fiscalía y con el acompañamiento del defensor de menores, el tribunal colegiado, compuesto por tres jueces de juicio, resolvió un punto importante: prorrogar la prisión preventiva del condenado.

Sin embargo, esta prórroga implicó una modificación en la modalidad de cumplimiento de la medida cautelar. A partir de ahora, el hombre comenzará a cumplir su prisión preventiva en el establecimiento penitenciario que determine el Servicio Penitenciario Provincial. Esta decisión asegura que el acusado permanezca privado de su libertad mientras se define el lugar definitivo de cumplimiento de la pena, garantizando la seguridad de la víctima y la sociedad.


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