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Chacarita, la marcha de los jubilados y el peronismo de Chubut

Néstor Di Pierro, actual presidente del club e involucrado en los incidentes del 12 de marzo en el Congreso, no puede olvidar a su provincia, donde ocupó varios cargos. Pero el peronismo al que pertenece pareciera dispuesto a olvidarlo.

“¿Cuántos votos necesitás?”, le preguntó Néstor Di Pierro a un gobernador que lo llamó desde Rawson a Comodoro Rivadavia a las tres de la tarde de un domingo de elecciones de medio término.

Tanto el mandatario como el actual presidente de Chacarita se habían distanciado durante varios años después que Di Pierro salió eyectado de su puesto en Petrominera (la empresa estatal de petróleo de la provincia) por un incidente verbal con la esposa de un poderoso funcionario de YPF.

Pero alguna vez iba a llegar la hora de la reconciliación entre dos dirigentes que escribieron muchas páginas en la política de Chubut en los últimos 30 años.

Quizá no suene demasiado familiar el nombre del actual dirigente deportivo en el ambiente político actual de la Argentina, pero tuvo sus minutos de fama (o de mala fama) cuando se vio involucrado en la participación de los barras en la violenta manifestación del miércoles 12 de marzo en la marcha al Congreso Nacional en “defensa de los jubilados”.

Días después de ser señalado como uno de los promotores (junto a Luis Barrionuevo) de la participación de la barra de Chacarita en los incidentes del Congreso, Di Pierro volvió a incursionar en la política de Chubut, la que fue su casa durante tres décadas y donde ocupó una larga lista de cargos electivos y ejecutivos. Fue intendente de Comodoro Rivadavia, diputado provincial, integrante y asesor de gabinete de distintos gobernadores y su afinidad con el kirchnerismo lo llevó a ser representante de la provincia en el directorio de YPF y después, presidente del Correo Argentino.

En ese marco, como si nada hubiera sucedido hizo un raid mediático por la provincia patagónica.

Las declaraciones reproducidas por varios medios locales tenían que ver con una seria crítica a la dirigencia peronista: “Hay que volver a unificar Comodoro. El peronismo se ha desmembrado. Hay falta de conducción, se olvidaron de la gente, de militar los barrios”, dijo. “Creo que los que entraron por la ventana, los que no vivieron las grandes luchas ven a la política de otra manera. Se cometen errores graves y no se le puede poner palos en la rueda a quien gobierna”, expresó en clara defensa al actual intendente Othar Macharashvili.

Y agregó: “Mucho abogadito, mucho saco y corbata, pero poca empatía con la gente. Parece que estamos viviendo en la época de las redes, con los nenes lindos de ojos celestes olvidándonos de pelear por los derechos de los chubutenses. Tengo ganas de sentarme en una mesa (sic) con varios dirigentes, cara a cara para que me expliquen qué es lo que hicieron con el peronismo. Hay que poner en caja a varios. Insisten, pese a que la gente los mandó a la casa más de una vez”.

Instó a que “Othar trabaje con el gobernador Ignacio Torres en pos de mejorar la situación de Comodoro”.

Di Pierro no se puede olvidar de Chubut pese a los 1.500 kilómetros de distancia que lo separan y a los años que pasó sin soportar sus vientos viejos pero que todavía soplan. Pero en Chubut, un peronismo añejado y en crisis parece no recordarlo o querer olvidarlo. Diario RÍO NEGRO consultó a varios dirigentes del PJ sobre estas declaraciones y las respuestas fueron variopintas. Desde “no lo escuché” hasta “yo era muy joven cuando Di Pierro andaba por acá”.

Así y todo, nadie puede negar el espíritu militante de Di Pierro como tampoco el de su exesposa Ana Llanos, ex diputada nacional y creadora de las “Anitas”, muñecas que le hacían honor a sus prominentes y oscuras pestañas y que vendía para alimentar comedores comunitarios.

El exintendente de Comodoro tiene varias para contar en su larga historia además de salir a tiempo con un comunicado despegando a Chacarita, club que preside, de los incidentes en el Congreso Nacional que terminaron de la peor manera.

Tuvo una pelea mediática con Analía Franchín, esposa de Sebastián Eskenazi, por entonces Ceo de YPF. Lo criticó por el manejo de las Pymes y dijo “no vaya a ser cosa que le estamos pagando los gustos a la novia de Eskenazi”. Esto provocó la reacción de la mujer quien expresó por radio “me critica porque será que no le gustan las mujeres”. Eran otros tiempos. Pasaron casi dos décadas.

El entonces gobernador, el ya fallecido Mario Das Neves se enteró de esta pelea cuando el periodista González Oro se la contó en una entrevista radial. En la misma entrevista Das Neves lo echó como presidente de Petrominera.

En septiembre del año pasado lo acusaron de enviar hinchas de Chacarita en micros al Parque Lezama donde el presidente Javier Milei hizo un acto para lanzar su partido. Nunca el tema se aclaró del todo.

Tras sus declaraciones de los últimos días, el peronismo de Chubut no quiso hundirse para nada en las aguas turbias que en esos momentos humedecían a Di Pierro. “Sobre llovido, mojado”, dijeron por lo bajo algunos dirigentes peronistas de Chubut. Era el iceberg que faltaba para chocar y tocar fondo del todo.

“¿Cuántos votos necesitás?”, preguntó Di Pierro aquella tarde. El gobernador cuyo candidato perdía por 5.000, le contestó “Unos 8 mil para darlo vuelta”. Al final de la elección, el candidato del mandatario ganó por 3.000. Y además, ganó esas elecciones.

No fue magia. Era otro el “Tano” Di Pierro. Y también era otro el peronismo.


“¿Cuántos votos necesitás?”, le preguntó Néstor Di Pierro a un gobernador que lo llamó desde Rawson a Comodoro Rivadavia a las tres de la tarde de un domingo de elecciones de medio término.

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