La Corte unipersonal de Sturzenegger: el legislador negativo es constructivo
El Ministerio de Desregulación funciona como una “Corte de uno”, un legislador negativo que deroga normas construyendo indirectamente mercados y ganadores.

Desregular como forma de diseñar mercados.
1. Sturzenegger, siempre al filo.
El Ministerio de Desregulación y Transformación del Estado proclama que su objetivo es “incrementar la libertad económica, reducir el gasto público y aumentar la eficiencia del Estado”. No dudamos que eso sucederá. El tema es saber quién va a incrementar su libertad económica con la actual gestión.
Para ese objetivo, desde el Congreso de la Nación y a través de la tan onerosa “Ley Bases”, se le concedió una amplia y peligrosa delegación legislativa al Poder Ejecutivo. El Presidente, a su vez, la ejercerá delegada en su ministro Federico Sturzenegger.
Esa sustancial delegación es facilitada por la pésima redacción constitucional y la (des)regulación de los decretos delegados sin control real y efectivo. El Congreso no hará nada y las tribus judiciales seguirán con sus silencios consensuados. Si la Corte rompe el silencio lo hará para su conveniencia y/o supervivencia. Si el Gobierno entra en crisis, quizás la Corte salga de su parálisis acordada.
La reforma de 1994, a pesar de toda la obscena y boba autocelebración de sus protagonistas el pasado año, aumentó el poder del ejecutivo de forma exorbitante. La crisis política llamada Milei es resultado también del “Pacto de Olivos” y del legado político de la Convención Constituyente presidida por Eduardo Menem.
Jaime de Nevares lo anticipó de forma lúcida cuando diagnosticó “los funerales de la república”, “de nuestra ya tenue división de poderes” y renunció a la Convención. Chacho Álvarez y otros se quedaron para usar la Convención como plataforma electoral pero nunca diagnosticaron ni alertaron lo que había sucedido. Esa miopía fue su legado político.
Sturzenegger es la encarnación viva de lo que Jaime de Nevares temía, de lo que alertó como posibilidad. Una persona como legislador negativo. Un poder de veto aumentado, expandido dentro del ya enorme poder de veto ejecutivo.
Una persona cuya función es hacer la tarea de todo el Poder Legislativo, sin debate, sin bicameralidad, sin representación federal, sin negociación, sin diversidad ni política.
Una Corte unipersonal, un sueño para pocos. Sin Constitución, sin argumentar inconstitucionalidad. Sin disidencias, sin acuerdo de jueces, sin secretarios, sin discusiones interminables. Los abogados se terminan con esa “Corte de uno”. Es interés puro, desnudo, de los amigos del juez supremo y las personas respetables que lleguen a ésta Corte a través de sus múltiples puertas.
El legislador negativo de Sturzenegger no sólo deroga, borra legislación, sino también habilita mercados sin control. Como cirujano económico, opera, mutila y amputa al Estado. La claudicación de la política es total.
2. La libertad económica en un mercado concentrado.
Las Universidades de San Andrés y Di Tella, sin duda y merecidamente, recibirán mucho prestigio por esa libertad económica incrementada. Como García Mansilla, Federico Sturzneger es, antes que un funcionario público de diferentes gestiones (De la Rúa, Macri), un académico de universidades privadas acreditadas por la CONEAU.
En una lectura ingenua el Ministerio funciona como la Oficina de la Casa Blanca que Obama creó para su profesor de Chicago, Cass Sunstein. Desde 2008, Sunstein intentó llevar adelante una oficina para simplificar la legislación de EEUU. Eso lo hizo escribir varios libros sobre el tema. El más famoso “Nudge”, ”El pequeño empujón” en español, cuyo título original era “paternalismo libertario”, junto a Richard Thaler.
Se entiende la necesidad de simplificar la burocracia insensible y ser más eficiente. Sin embargo, Sturzenegger nunca usó el antecedente de Sunstein/Obama y expresamente dijo hace una semana, en su charla del BID, que no quería “simplificar”, que se necesitaba más.
En una lectura más realista el espacio puede ser una versión anticipatoria de la Oficina de DOGE de Trump dirigida por la persona más rica del mundo. Esto es, un billonario narcisista, un empresario con contratos millonarios con el Estado de EEUU, que ahora despide a sus reguladores, desarma sus controles, amenaza a jueces y accede a información sensible de sus competidores. La libertad económica incrementada.
* Abogado y Profesor de Derecho Constitucional.

Desregular como forma de diseñar mercados.
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