La puerta de atrás de Chubut

Sergio Wisky salió eyectado por decisión del gobernador Torres. Otros entraron con su mochila judicial.

Semana caliente donde la puerta de atrás fue protagonista en Chubut. Unos que salen y otros que entran. Versiones y denuncias que se van acumulando. Es totalmente cierto que una versión no es totalmente cierta pero tampoco es totalmente falsa. Con las denuncias podría pasar lo mismo, aunque el porcentaje que no tengan asidero es menor.

Sergio Wisky, exsecretario de Salud y luego presidente del Instituto de Seguridad Social y Seguros, dejó el gobierno. Se fue por la puerta de atrás. En silencio. Aunque en verdad no le hizo falta hablar. Su silencio dijo bastante más. Era el “funcionario mimado” del gobernador Ignacio Torres que se deshacía en elogios hacia un sanitarista de primera. Wisky nació en El Maitén, el refugio del tren de trocha angosta que conquistó el mundo. Pero desarrolló la mayor parte de su carrera política en Río Negro. Fue director de hospitales, diputado nacional y asesor del gobierno de la Ciudad de Buenos Aires cuando Fernán Quirós estaba al frente de salud.

Pero algo pasó. Wisky dejó de contestar los teléfonos después que Pablo Juan Macadam, un especialista en economía de la salud lo reemplazó en el Instituto. El mismo Torres anunció que Wisky volvería a ser el secretario de Salud de la provincia. Pero no ocurrió. En una reunión de gabinete, el gobernador dijo que tenía “diferencias personales” con Wisky y que por eso iba a dejar el gobierno. Algunas versiones fuertes aseguran que no solo hubo discusiones entre el gobernador y el médico. La cosa fue más allá. Por las dudas Wisky dejó de atender su teléfono y los periodistas dejaron de llamarlo. Su paso por Chubut parece ser historia. Se fue por la puerta de atrás. Prefirió honrar su silencio porque tal vez dice más que sus palabras. Torres tampoco dijo nada. Todo demasiado raro.

La justicia hizo honor a la puerta de atrás. En medio del escándalo por el aumento de sueldos y la compra de seis camionetas importadas, vio la luz un nombramiento que los integrantes del Superior Tribunal habían escondido. Las denuncias del Sindicato de Trabajadores Judiciales del Chubut (SITRAJUCH) y de la corporativa Asociación de Magistrados sobre la contratación como asesor de Roberto Darío Gambuzza por casi seis millones de pesos a cobrar en algunos meses, aportó un poco más de nafta al fuego. Gambuzza es investigado por el fiscal Guillermo Marijuán por supuesta defraudación a la administración pública y enriquecimiento ilícito mientras estuvo en funciones en la Televisión Pública Argentina.

Además, se lo acusa de cobrar su sueldo sin ir a trabajar. “Ñoqui”, como dice la popular. Paralelamente a su trabajo, asesoraba a la exprimera dama Fabiola Yáñez. También a Victoria Tolosa Paz. Su vínculo con el kirchnerismo era estrecho. Igual que el del presidente del Superior Tribunal de Justicia del Chubut, Javier Raidan. Es posible que Gambuzza haya llegado de su mano. O de la de Andrés Giacomone, otro miembro del máximo órgano de la justicia que llegó desde Buenos Aires.

Es verdad que tras las declaraciones del gobernador Ignacio Torres los integrantes del Superior Tribunal de Justicia dieron marcha atrás con el aumento que cobran desde febrero como informó diario RIO NEGRO esta semana. Hasta aseguran que devolverán el dinero. También raro.

Dieron marcha atrás con el aumento, pero nada dijeron de Gambuzza ni de otras contrataciones “a dedo” de familiares y amigos. Tampoco de los viáticos que ascendieron a 300 mil pesos por día. Deudas pendientes.

Mientras esto pasa, la Legislatura aprobó a pedido del gobierno la prórroga de la emergencia económica, financiera y administrativa del Estado. Y la crisis escala en el sector pesquero con familias que desafían el frío con marchas por las calles que hasta ahora, no las llevan a ningún lado.

Raidan y Giacomone llegaron a la justicia de Chubut de la mano del gobernador Ignacio Torres. Puede ser que hayan buscado un refugio y lo encontraron bien al sur. Todavía están. Igual que Gambuzza. Que con su mochila de causas judiciales entró por la puerta de atrás.

La misma puerta que le abrieron a Sergio Wisky para que se vaya.


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