Señal de alerta en Río Negro
Alpat, la empresa que genera más puestos de trabajo en la zona de San Antonio pidió ayuda a la Provincia del orden de los 3 millones de dólares. La fruticultura se desayunó con la apertura de importaciones de peras frescas de China y el turismo espera un plan de acción rápido, con una ATUR tardía.
El empleo apareció en el último tiempo como uno de los indicadores que preocupan a la población rionegrina y se empieza a evidenciar aquel vaticinio del gobernador Alberto Weretilneck en la apertura de sesiones legislativas dos meses atrás cuando señaló que todas las actividades económicas -excepto la industria del petróleo y el gas- advertirán un agravamiento de su situación y requerirán de medidas del Estado.
Y la puerta ya la tocó Alpat. La empresa productora de soda Solvay está en crisis con una caída de la producción y crecimiento de los costos. Avisó el viernes al Gobierno que requerirá ayuda para sostener la planta operativa y a los 490 empleados activos, que necesariamente reducirá, según el plan de acción y de retiros voluntarios anticipado. El pedido inicial es de una inyección del orden de los 3 millones de dólares en los próximos cinco meses.
Esta empresa tiene una producción mineral muy particular y representa uno de los mayores empleadores privados de la zona de San Antonio Oeste, que ya viene castigada con la decadencia de la industria pesquera, con impacto en la mano de obra.

Río Negro frente a las alertas de las cuentas y las discusiones salariales que se vienen
Es una señal de alerta y se suman a la fila la industria del turismo, uno de los mayores aportantes de la Provincia y motor económico de Bariloche, la ciudad más poblada de Río Negro, que demanda políticas urgentes y está expectante de que funcione la Agencia de Turismo, que más allá de la foto inicial de su puesta en marcha todavía le falta un plan de acción, que llega a tarde para la temporada de invierno.
En la fruticultura, el bastión de la economía regional en los valles, que viene con una compleja situación con sobre stock, costos altos para la producción y un creciente destino de la fruta a la industria (45% de pera en el primer trimestre, informó Senasa), se le sumó la sorpresa de las últimas horas de la apertura de la importación de peras de China, que sin dudas tendrá impacto en la región.
Los indicadores oficiales también muestran esa señal de alerta en el empleo. Los últimos datos difundidos por el Indec, que dan cuenta del último trimestre de 2024, posicionan a Río Negro con el peor indicador de la Patagonia con un 37,5% de tasa de empleo cuando la media regional es del 43,5%, aunque hay que hacer la salvedad de que este muestreo es poco representativo para la provincia ya que toma solo el conglomerado Viedma- Patagones.
El Gobierno tiene la esperanza depositada en el oleoducto, la puerta de salida del GNL y la minería extractivista, todas actividades que si bien comienzan a generar algún movimiento todavía el impacto no es relevante. Pero la respuesta a las actividades en crisis es incierta aún, solo está el diagnóstico que trazó en marzo Weretilneck cuando apeló a un entendimiento de los distintos actores políticos, los sindicatos y el sector privado para “evitar la quiebra, la crisis y la desaparición de productores, de comerciantes y de empresas”.
Retiros y revisión salarial
En el sector estatal, hubo un intento de reducir la planta de personal, después del corte de contrataciones, que no tuvo la contundencia esperada porque en diez meses de aplicación del plan de retiros voluntarios solo accedieron 53 agentes de una masa de 11.810 que estaban en condiciones cuando se aprobó la ley en mayo del año pasado.
Ahora llega el momento de una nueva revisión salarial con la reapertura de paritarias el próximo jueves en las que los gremios insistirán en recuperar el desfasaje que generó el último indicador de precios -que fue 2,2% por encima del aumento recibido- y contemplar esa situación para mayo, que tiene un incremento previsto del 1,5%. Pero también esperan una propuesta para el próximo trimestre, tras concluir el esquema de aumentos actual que se cumple con los haberes de este mes.
El empleo apareció en el último tiempo como uno de los indicadores que preocupan a la población rionegrina y se empieza a evidenciar aquel vaticinio del gobernador Alberto Weretilneck en la apertura de sesiones legislativas dos meses atrás cuando señaló que todas las actividades económicas -excepto la industria del petróleo y el gas- advertirán un agravamiento de su situación y requerirán de medidas del Estado.
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