Santoral del 22 de mayo 2025: por qué la Iglesia Católica celebra hoy a Santa Rita de Casia
La Iglesia Católica celebra hoy a Santa Rita de Casia, conocida como la "Santa de lo Imposible". Sintió desde joven una vocación religiosa y deseaba consagrarse a Dios como monja. Los detalles.
Santa Rita de Casia, conocida como la ‘Santa de lo Imposible’, fue una mujer italiana nacida en el siglo XIV en Roccaporena, cerca de Casia, en la región de Umbría. A pesar de los deseos de sus padres de que se casara, Rita sintió desde joven una vocación religiosa y deseaba consagrarse a Dios como monja.
Después de una larga lucha, finalmente logró entrar en el convento agustino de Santa María Magdalena en Casia, donde vivió una vida de oración, penitencia y servicio a los necesitados. Se destacó por su profunda devoción a Cristo, su amor por la Eucaristía y su compasión por los enfermos y los pobres.
Santa Rita es conocida por los numerosos milagros que se le atribuyen, incluyendo la curación de enfermedades, la reconciliación de enemigos y la protección en situaciones desesperadas. Su festividad se celebra el 22 de mayo en el calendario litúrgico católico, recordando su ejemplo de santidad y su intercesión poderosa ante Dios.
Oración a Santa Rita de Casia
Oh poderosa Santa Rita,
llamada Abogada de los casos desesperados,
socorredora en la última esperanza,
refugio y salvación en el dolor,
que conduce al abismo del delito
y de la desesperación:
con toda la confianza en tu celestial poder,
recurro a ti en el caso difícil e imprevisto
que oprime dolorosamente mi corazón.
Dime, oh Santa Rita, ¿no me vas a ayudar tú?,
¿no me vas a consolar?
¿Vas a alejar tu mirada y tu piedad de mi corazón,
tan sumamente atribulado?
¡Tú también sabes lo que es el martirio del corazón,
tan sumamente atribulado!
Por las atroces penas, por las amargas lágrimas
que santamente derramaste, ven en mi ayuda.
Habla, ruega, intercede por mí, que no me atrevo a hacerlo,
al Corazón de Dios, Padre de misericordia
y fuente de toda consolación, y consígueme la gracia que deseo
(indíquese aquí la gracia deseada).
Presentada, es seguro que me escuchará:
y yo me valdré de este favor para mejorar mi vida y mis costumbres,
para cantar en la tierra y en el cielo
las misericordias divinas.
Padrenuestro, Avemaría y Gloria.
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