Vecinos de Cipolletti redoblan la apuesta para rescatar la casa donde vivió Osvaldo Soriano

Dede hace mucho tiempo vienen solictando que se restaure y se incorpore al Patrimonio Histórico de la ciudad. También proponen que se brinden charlas en las escuelas para poner en valor la obra y vida del escritor argentino.

Mengelle y Blas Parera, no es una esquina más de la ciudad de Cipolletti. Allí se guarda una parte de la historia de la literatura argentina. Una casa de techo de tejas rojas, con postigos de madera y viejos faroles, un parque arbolado y un añoso peral fueron el refugio familiar del escritor argentino Osvaldo Soriano. Vivió en ese lugar desde el final de su niñez y gran parte de la adolescencia. Hoy la edificación es ocupada por las oficinas de Aguas Rionegrinas S.A. (ARSA).

No hay señalización ni niguna referencia de quien fue antiguo morador. Solo un monolito que alguna vez tuvo una placa y que hoy ya no existe. Es por esto que el grupo «Lectores de Soriano» de Cipolletti insiste en mantener la memoria del autor de «No habrá más sombras ni olvido». Lo intentaron más de una vez hace un tiempo atrás y ahora vuelven a la carga. La idea es lograr un acuerdo con ARSA para poder materializar su proyecto.

En la actualidad, la casa es propiedad de la provincia de Río Negro. Es por esto que este grupo de vecinos está realizando gestiones para revalorizar el lugar. «Soriano fue un escritor de gran proyección nacional e internacional. Hoy el lugar está sin ninguna referencia histórica para quienes pasan por acá», explicó una de las vecinas del grupo, Barbara Paramio.

La propuesta que elaboraron los lectores de Soriano no solo propone generar un circuito cultural y realizar visitas literarias, sino también colocar carteles de señalización, coordinar charlas en las escuelas primeras y secundarias y lograr que la casa de Soriano sea declarada Patrimonio Cultural de la ciudad de Cipolletti.

A pesar de ser grande, el parque es mucho más pequeño de lo que fue cuando el adolescente Osvaldo corría por allí detrás de una pelota de fúltbol. La casa mantiene casi la totalidad de su fachada intacta, excepto por una vieja galería que fue cerrada para convertirla en parte de las oficinas de ARSA.

Y allí está el peral que hoy «se encuentra enfermo», comentaron los vecinos. Un ingeniero agrónomo que pertenece al grupo se encarga de ciudarlo. «La literatura es un refugio para pensar otros mundos. Y así, este peral fue el refugio de Osvaldo Soriano cuando era niño. Cuando se sentía triste se trepaba por sus ramas y desde este árbol salieron varios de sus cuentos», se sumó a charla Santiago Ocampos.

Barbara y Santiago en el peral del escritor

A esa casa llegó Soriano en la década del 50, cuando su padre, Jose Vicente, que trabajaba en Agua y Energía fue trasladado por la empresa al Alto Valle. Allí pasó casi su adolescencia hasta los 19 cuando se trasladó a Tandil donde vivió hasta los 26 años.

Un proyecto, un sueño

«Circunstancialmente Osvaldo Soriano fue recordado con énfasis en distintos eventos y
conmemoraciones, aunque no existe una apropiación de su memoria
por el
pueblo de nuestra ciudad», explicaron los vecinos en un documento que elaboraron para encarar las gestiones ante la provincia y ARSA

Una de las propuestas es recuperar el Sitio de Memoria a Soriano que se encuentra en el predio de calle Mengele al 400 de Cipolletti. Además, se quiere restaurar el pequeño monumento que se encuentra en e ingreso del lugar y se encuentra en mal estado.

Otro objetivo que se persigue es lograr que se implemente un programa de recuperación que incluya podas, fertilizaciones y defensa de plagas para el histórico peral y un plan de reproducción clonal «para obtener varios ejemplares similares. También es necesario colocar una cartelería que identifique al añoso frutal», explicaron los vecinos.

También están pidiendo que la casa chalet se ponga en valor y que sea incorporado al Patrimonio Histórico de la ciudad de Cipolletti, tareas que recae en el Concejo Deliberante. A esto se suma una propuesta para elaborar un programa de difusión permanente de la obra de Soriano que estaría encabezado por la Biblioteca Popular Bernardino Rivadavia y que podrá hacer extensivo a otras bibliotecas populares.

«Este espacio (por la casa) es también un puente para que los chicos se acerquen a la literatura», comenó Ocampos. Y en ese sentido el grupo «Lectores de Soriano» consideraron necesario comenzar a programar actividades en escuelas primarias y secundarias y en universidades con el objetivo de instalar definitivamente la figura del autor. «En todos los casos se deberán impulsar programas que recuperen a Soriano escritor y conciudadano de Cipolletti, en forma permanente», concluyeron.


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